La mejor manera es sencillamente haciéndolo

La mejor manera es sencillamente haciéndolo.

(Una aproximación a la terapia online con niños y adolescentes).

A lo largo de mi formación en psicodrama y dinámicas de grupos, me he ido encontrado con diferentes y diversas dificultades a la hora de acompañar, trasmitir e incorporar estas técnicas activas a mi desarrollo como terapeuta de niños/as y adolescentes. Una de las primeras lecciones que aprendí vino de la mano del que ha sido mi maestro en el mundo del psicodrama: “…la mejor manera de aprender y enseñar con psicodrama es sencillamente haciéndolo…” en un principio me parecía una obviedad, pero con el paso del tiempo he ido descubriendo, cual “Robinson de los mares del sur”, el verdadero significado que se escondía detrás de aquella genialidad.

Todos lo hemos sentido cuando éramos niños

En primer lugar, me gustaría traer algo que todos/as hemos sentido cuando éramos niños/as, recordado cuando adolescentes y olvidado como adultos y es que…” los niños jugamos”. Los niños y las niñas se comunican de una manera muy diferente a como lo hacemos los adultos y, mientras nosotros nos alejamos de nuestro “yo niño” y respondemos mejor a las terapias desde nuestro pensamiento más elaborado. Las terapias para los más pequeños deben ser además de amenas, de corta duración.

El juego como medio

Sabemos y conocemos que por medio del juego podemos ayudarles a descubrir y entender qué es lo que les pasa por la cabeza y cómo reacciona su cuerpecito ante las emociones. Creo que todos tenemos muy claro que desde el juego, un niño/a comunica su punto de vista, construye significados y se comunica con el mundo que le rodea en cada una de las diferentes etapas de desarrollo en las que se encuentra.

Me impedía a hacer
terapia online con niños

Ante la catástrofe universal que ha generado esta nueva e histórica realidad en la que nos encontramos, no podemos dejar de lado todos estos “nuevos” elementos de la comunicación. Como terapeutas no debemos dejarnos secuestrar por los códigos tecnológicos que actúan como resistencias ante los planos más emocionales. Mientras escribo estas líneas me visualizo por unos segundos a mí mismo hace algo más de un mes: me encontraba delante de un espejo y me estaba poniendo como impedimento para hacer terapia infantil online, la edad de las personas que acuden. Durante unos instantes llegué a creer que no se podía hacer, que era imposible, a través de la webcam, entrar a un vínculo terapéutico con un niño/a. Es entonces cuando volví a recordar aquellas palabras que me acercaron al psicodrama por primera vez “…la mejor manera de aprender y enseñar con psicodrama es sencillamente haciéndolo…” A estas alturas esta ya más que claro que “algo” es mejor que “nada” y que la terapia online funciona de manera eficaz si la respetamos y la tratamos con el mismo mimo y cariño que hacemos lo presencial en nuestras consultas, y que, si se me permite una aclaración, son igual de presenciales. Lo presencial implica la presencia de alguien.

Me gustaría con este post, animar a la terapia online con niños y niñas utilizando técnicas activas y psicodrama y para ello he decido compartir algunas de las técnicas que he ido aplicando a lo largo de estos 50 días que hemos estado jugando al “escondite” y al “corre corre que te pillo” en las cuatro paredes de nuestro nuevo y reconstruido hogar.

Primeras sesiones: Silencio

Durante las primeras sesiones de terapia que mantuve, los tiempos se hacían largos y las resistencias se hacían evidentes. Fue a lo largo de esa primera semana en la que comprendí que tengo que dar tiempo y tener paciencia si al principio el niño/a no se expresa. El silencio actúa más intensamente y tiene más fuerza para mí como terapeuta en el mundo online, que en la presencia física. Cada vez que preparo una video-llamada me recuerdo a mí mismo que tengo que escuchar más atentamente cualquier aproximación a una declaración emocional en este medio, porque son más sutiles.

Segunda semana: Nueva y diferente realidad

En la segunda semana del “mundo post-covid” modifiqué tanto la duración de las entrevistas, como la periodicidad. Mi cabeza estructural me decía que intentara normalizar, pero entendí que no vamos hacia la vuelta a la normalidad si no a una nueva y diferente realidad. A lo largo de esta segunda semana comprendí que eran más productivas dos sesiones de 35 minutos que una de 60 minutos. La primera sesión era como caldeamiento para la segunda, y estas se encontraban situadas al principio y al final de la semana.

Actualmente me encuentro realizando un dossier de técnicas activas y terapia online para niños y niñas con el fin de poder compartir mis experiencias sobre el tema. Para finalizar me gustaría detallaros dos técnicas psicodramáticas online que he adaptado y estoy aplicando con muy buenos resultados.

El Mundo online de los/as muñecos/as de trapo

En el mecanismo de acción para la creación del muñeco de trapo, el niño/a realiza acompañado por mí, una trasformación creando su muñeco de trapo y, es en este contacto íntimo de creación donde se origina un espacio que traspasa las fronteras de lo telemático. Todos los sentidos del niño están puestos en la creación de su muñeco/a. He descubierto que dedicar una sesión de 35 minutos a la construcción de la muñeca es favorecedor para el resto de las sesiones que están por venir. Esta creación de la muñeca es un símbolo cargado de afecto apuntando directamente hacia el yo más profundo del niño. Ayudando a construir diálogos con el muñeco, cambios de roles y relacionándolo con el mundo. En la siguiente sesión podremos traer el muñeco de trapo donde el niño/a podrá jugar desde el propio rol del muñeco, o haciendo preguntas e inventando su propia historia.

El mundo online de las esculturas de plastilina y los colores.

Es una adaptación en lo online a una técnica que aplico con niños/as muy a menudo. A lo largo de mi carrera he ido observando a diferentes terapeutas que manejan de forma muy distinta las esculturas. Lo que me encanta de la técnica de las esculturas es cuando, después de haberla construido, el protagonista cambia el lugar con las diferentes partes que la componen. De esta forma puede experimentar la escultura “desde dentro” y se pueden utilizar las diferentes técnicas psicodramáticas (cambio de roles, dobles, soliloquios…) Sin embargo, a la hora de realizarla con niños pequeños he observado que se manejan en un plano diferente de conexión, lo cual me dificultaba enormemente el aprovechamiento de estas técnicas.

A través de la web utilizando una entrevista de 35 minutos para ello, le pido al niño/a que modele una escultura con la plastilina delante de la cámara. Le doy entre 10 y 15 minutos para que cree su escultura de plastilina. Independientemente del tema una vez realizada, el niño pone nombres y voz a las partes de la escultura y todos sus personajes. Es importante dejar entre 10 minutos y 15 minutos para finalizar la escultura y ayudar al niño a deshacerse de los roles de los personajes de plastilina, para ello vuelve hacer una bola con toda la plastilina utilizada y la guarda en su caja.

Andrés Osés Vega. Terapeuta, psicodramatista, y Principito de su mundo interno.

“Caminando en línea recta, uno no puede llegar muy lejos”
(El principito)



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