Cuento de navidad 2023

La mentira-verdad más bonita de navidad

-¡Mo! ¡Te vamos a encontrar!

-Ven que ya se donde está.

-¡Está guay jugar al esconderite! Ahora los mayores nos hacen sitios para desaparecer. ¿Ves aquella casa inclinada?: seguro que podemos saltar al primer piso.

- ¿Cual, Alí? casi todas están inclinadas.

-Da igual, a por Mo ¿Dónde le has visto?

-Por allí.

- ¡Eh, niños! ¡al refugio!

- ¡Corre!, el guardia!

- ¡Uff! Ese viejo no nos pilla. Aquí estamos bien.

-Oye Alí, me muero de aburrimiento.

-Mo sí que se va a morir de aburrimiento esperando entre los derrumbes...

-Tenemos todo el día.

-Tendremos que ir a comer ¿no Abdú?

- ¿Que dices?¡Que no, que no hay que ir a comer, ni a la escuela, ni a nada!

-Mi madre me lo ha dicho ...

-Tú que eres un inocente.

- ¡Chist!¿Has oído?: uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho, nueve. ¡Ya! - ¿Para qué cuentas, Alí?

-Para ver donde cae. Me enseñaron en la escuela a contar la distancia a la que cae el rayo: cuentas los segundos desde que te das cuenta hasta que se oye. Si son nueve segundos, ha caído a un kilómetro.

- ¡Pero que tonto eres, Alí! No has entendido nada, esto no son rayos. Tienes que volver a la escuela para que te arregle tu cabeza rota. Ya ha pasado, vamos a por Mo.

-Oye, Abdú, es un rollo jugar al esconderite, ahora hay demasiados sitios.

-Vale. ¡Moo! ¿Me oyes? ¡que vamos a jugar a la guerraaa!

-Con permiso, Mohamed, quiero proponer un juego a mi hija.

-De acuerdo, Abraham, a condición de que habléis bajo y no os quitéis los antifaces.

-Entendido. Rebecca, hija, jugamos al toco-toco.

-No conozco ese juego.

-Sii, hija, es como el veo-veo pero con tocar: toco-toco.

-Ya...

-Vale. Empiezo yo: toco-toco una cosita que empieza por ¡S!

- ¡Silla!

- ¡Acertaste, hija! Ahora tú. Espera... Ya ha pasado el ruido, sigue.

-Y eso ¿qué ha sido, papá?

-Ya te he dicho: nos han llevado al sótano para protegernos porque están rompiendo el edificio para hacerlo nuevo. Te toca.

-Toco-toco una cosita que empieza pooor ¡L!

-Luz.

- ¿Como vas a tocar la luz papá?

-Ya. Pueees ¡lazoo!

- ¿El del pelo o el de los zapatos?

-Da igual, he acertado. Ahora yo, hija: toco-toco una cosita que empieza pooor ¡M!

- ¡Mar, papá!

- ¡Como vas a estar tocando el mar ahora! ¡Si estuviéramos jugando al huelo-huelo, aún!

-Pues... ¡Mano, papá!
br> - ¡Sii!

- ¿Puedo jugar con vosotros, Abraham?

- Bueno. Pero... tú puedes ver, ¿no?

-No porque se nos ha ido la luz con la última explosión.

-Vale, pues empieza tú.

-Toco-toco una cosita que empieza pooor ¡G!

-Gorra.

-Noo.

-Guantes.

-Tampoco. No es tan difícil, Abraham.

-Ya, gatillo. Quiero decir un gato pequeño, hija. Me entiendes, Gazal.

- Te entiendo, pero no iba a poner eso. Os lo digo, es gafas. Llevo gafas.

- ¿Dónde está el gatito? ¡quiero tocarlo, papá!

-Que es de escayola Rebeca. No te empeñes en verlo, no te puedes quitar la venda de la gallinita ciega y además no hay luz.

- ¡No eres un buen papá!

-Tu papá es estupendo, Rebecca.

-Papá, ¿todos esos niños en la cola con los cuencos?

-Si, es en Belén, Palestina.

- ¿Cómo van a pasar la Navidad?

-Muy mal.

-Mamá, yo no quiero roscón de Reyes.

- ¿Por qué, hijo?

-Porque ellos no tienen nada.

-Porque ellos están sufriendo tú tienes el deber de vivir y gozar todo lo que puedas. Por ellos precisamente. ¿Ves ese niño que esté en esa cola esperando la comida? Pon que se llama Mo. Debes disfrutar por los dos cuando estrujes el bizcocho en la boca y la nata se te desparrame por dentro. Luego le mandas tu pensamiento de amor. Sentirte culpable y mal por lo que tienes es una mierda.

-Lo que es una mierda es que no me hayan echado los Reyes la ametralladora-infrarrojos.

- ¿Ves lo que pasa por usar esas palabrotas?

- ¿Quiénes son los buenos en esa guerra, papá? ¿los palestinos o los israelitas?

-No sé explicártelo fácil, hijo.

-Cuando jugamos a la guerra primero hacemos buenos y malos.

-Me resulta más fácil decirte quienes son los malos.

-Pues ¡ya está! Eres tonto, los que no sean los malos, serán los buenos. ¿Quiénes son los malos?

-Los malos son los que matan, todos los que matan.

-Y ¿cómo se les distingue? ¿Qué color llevan?

-De todos los colores.

- ¡Vaya lío!

- Más todavía: los malos son los que matan, los que les compran las armas y los que se las ponen en las manos.

- ¿A que jugamos?

-De pequeño yo jugaba a tres navíos en la mar, la gallinita ciega...

- ¿Por qué estaba ciega la gallinita, papá?

- ¡Me agotas hijo! Eso será el cuento del año que viene.

Goyo Armañanzas Ros.

5 3 votes
Article Rating
Subscribe
Notify of
guest

16 Comments
Oldest
Newest Most Voted
Inline Feedbacks
View all comments
Julian Pernia Nicodemus

Pienso en la profunda tristeza y vergüenza que me produce ser parte del género, supuestamente, humano al que pertenecen aquellos desalmados.

Chucho
Chucho
4 months ago

Esta narración breve, presenta un relato sencillo (fácil de entender), pero muy profundo con moraleja final.
Este cuento describe hechos reales y terribles que están sucediendo ahora y, parece, nadie los puede controlar.
Ante la gravedad de los hechos, parece que no es un tema propio para un cuento infantil, pero la creciente intensidad que presentan los personajes, niños, y las preguntas que suscitan, creo que es un buen cuento por la verosimilitud de los hechos y, ante la situación desbordante que, ofrece, vive el padre, podría ser un cuento muy aprovechable para estudiar, debatir y sensibilizar a la población, infantil y adulta, en guerras, el sufrimiento y las injusticias que sufren muchos niños y adultos en el mundo.
Este cuento podría valer como introducción a un debate de sobremesa entre amigos compaginando con nuestras canciones favoritas, que son las que elevan los espíritus.

Claudio Ojeda
Claudio Ojeda
4 months ago

Gracias por el… ¿Cuento?
Ayer oí: «Sapiens, un apellido errado».

Alberto
Alberto
4 months ago

Muy conmovedor. Gracias Goyo.🤗😇🎄🎁

Ana Ligia Monge Quesada
Ana Ligia Monge Quesada
4 months ago

Muy conmovedor con una gran tristeza de tanto dolor y pérdida de humanidad. Ante tal incomprensible trajedia apoyemos todas las iniciativas de paz. Y elevemos nuestra voz para que llegue un mensaje de amor y paz del resto del mundo a tantas personas sufrientes. Gracias por este cuento

Javier Aisa
Javier Aisa
4 months ago

Me faltaría algo estos días, si no leyera el cuento de Goyo. Gracias.
Bello, íntimo, dulce a pesar de la dureza de la vida cotidiana que describe. Pero, precisamente, porque salta de la realidad a la imaginación, al deseo, a la humanidad…nos vale muy bien para la reflexión, para contarlo, para sentirlo.

Con ese diálogo incisivo en su sencillez, en su bondad, en el afecto del padre y las ganas de jugar de la infancia, está muy claro, y coincido, en la frase que quienes son los malos verdaderos. Las poblaciones siempre quedan atrapadas !!! Que el cuento nos sirva para que no nos olvidemos de esta guerra y otras más desconocidas. Cuanto más difícil es la salida, más necesario es el compromiso y el ingenio.

Estupendo, Goyo. Que en este año nos acompañe la emoción y las ganas de vivir en paz. Más allá de los buenos deseos, resulta imprescindible, si no queremos vivir en la oscuridad y ver el mar, la luz, como dices.

Javier

Fanny Vado Hernandez
Fanny Vado Hernandez
3 months ago

Me hace pensar , que la niñez tiene derecho a jugar , ser feliz, vivir en libertad , que si les traemos al mundo sea para que vean la luz clara, contarles la verdad, y no traerles para que vivan en encierros ,

sufriendo guerras de hambre , guerras de fuego . Consecuencias de los conflictos de los adultos.

Ileana Páez
Ileana Páez
3 months ago

Pienso y espero que si hayan padres que están haciendo el tremendo ejercicio de dar a sus hijos momentos lúdicos, me hace recordar la película «la vida es bella». ¿Cuántos habrán así? Pienso en la indefensión aprendida, en la desesperanza recibida generación tras generación. Pienso en estos que compran y ponen armas en manos de otros y no ven el dolor que nos causan a todos. Un cuento muy fuerte, que ya deberíamos haber aprendido a no pasar por allí. Que tristeza,

Saludos desde Guatemala. Ileana Páez



Abrir chat
Hola 👋
¿En qué podemos ayudarte?